Mis prisiones
Y estas son mis prisiones. Paredes invisibles con barrotes de carne y hueso, con una condena de por vida cuya culpa fue mi voluntad; que hermosas mis prisiones.
Como cuando me castigan en la celda de tus ojos, con barrotes tiernos como tus pestañas. Generalmente abiertos, pero sin dejarme escapar de ellos, allí casi siempre estoy por contemplarte, admirarte, pensarte….
O como cuando quedo preso en la celda de tu boca, con castigo por desearte, allí me torturas con suaves labios y dulce lengua y los barrotes de tus dientes me dejan entrar y salir cuando yo quiera.
Y como cuando estoy en la celda de tu vientre, allí me atrapa la pasión, con la sensación de las otras celdas de ahí no quiero ya salir, allí me siento condenado por amor, el que me haces sentir, el que despiertas en mí. Ahí quiero vivir en la prisión de tu cuerpo abarrotado y apretado por tus brazos y piernas, donde me siento un afortunado esclavo de Cristo y prisionero por siempre tuyo. …
BLANCA NIEVES 06/01/17